Empresario ejemplar o terrorista laboral

En Sadiel, de un tiempo a esta parte, los viernes se han convertido en días de terror. Los trabajadores parecen estar jugando a una suerte de Ruleta Rusa en forma de llamada telefónica de recursos (in)humanos para que vayan a recoger su particular sentencia de muerte: una carta en la que se le indica su despido con una miserable indemnización de 20 días por año. Esta es la tónica habitual de todos los viernes…

Y todos los despidos contados al milímetro para espaciarlos suficientemente y disimular el ERE.

Este es un genocidio laboral en toda regla en donde no se salva nadie: internos y subcontratados (todos en cesión ilegal, TODOS), jefes e “indios”, de arriba y de abajo, de izquierda a derecha,… Junto a este genocidio laboral se anima a los trabajadores a irse de la empresa apretándoles continuamente las tuercas, eliminando cada vez más sus derechos laborales: quitándole los trienios, forzándoles a echar horas extras sin recompensárselas y todo sin subirle ni un puñetero euro a unos salarios que son una auténtica mierda. Para ello y para que nadie se levante y diga ¡BASTA! usan técnicas que serían envidia de cualquier director de campo de concentración nazi: el amedrentamiento. Sembrar el pánico desasignando al que intente rebelarse ante esta situación, despidiendo a trabajadores que enferman y tienen que acogerse a una baja de larga duración o tienen hijos y deciden reducir su jornada para cuidarlos. Y un larguísimo etc.

Todo esto lo lleva a cabo la gran esperanza blanca que el Consejero Antonio Ávila y Griñán buscaron para salvar Sadiel. Una empresa que llevaba más de 25 años dando beneficios antes de que llegara este salvapatrias al que han regalado la empresa. Como buen empresario de la construcción, el condecorado José Luis Manzanares tratará de comprar las acciones que le quedan para hacerse con el control del 100% de Sadiel al precio más barato posible. Una vez tenga el control total, la exprimirá al máximo para sacarle todo el jugo y llevarse a su bolsillo todo el dinero posible por la vía del saqueo. Y Rafael Camacho, otro insigne socialisto, ya colocado en Ayesa ¡¡¡qué razón tenía este “buen” hombre cuando decía que esta venta era buena…. Claro, para él sí!!!

Estas son las “bondades” del empresario ejemplar, ejemplo a seguir para los dirigentes dela Juntade Andalucía que le regalan una empresa propiedad de todos los andaluces a un rico para que destruya empleo en Andalucía y se lo lleve a Sudamérica, para las universidades, para el ABC… pero ¿es un empresario ejemplar o un terrorista laboral?

http://es.globedia.com/ingeniero-jose-luis-manzanares-japon-cree-sociedad-mimada-prestaciones-debil

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